Digital Foundry nos trae en el día de hoy una interesante comparativa de Destiny, la cual nos muestra cómo llegó por primera vez la a consola Xbox One bajo una versión beta y una resolución de 900p respecto a la versión final que podemos encontrar en todas las tiendas, llegando ya como una versión pulida y viendo como la resolución se aumentó hasta los 1080p.
Tal y como podrás ver a continuación, el aumento de resolución no ha influido negativamente al rendimiento, ya que ambas versiones llegan limitadas a unos muy estables 30 FPS. Es llamativo ver como la resolución Full HD no mejora prácticamente la calidad del título, pero si vemos una mejora palpable en la iluminación, ahora revelando como la beta tenía zonas oscurecidas en exceso.
Tal y como comprobamos hace escasas horas, Destiny está rompiendo todos los récords, lo que demuestra que no todo es gráficos en esta vida si el título cuenta con suficiente calidad como para destacar en otros muchos aspectos.
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